Desde hace varios años, se ha recomendado el aumento del consumo de ciertos tipos de pescado por su alto contenido en grasa saludable, también conocida como omega-3. Esto es particularmente cierto para mujeres embarazadas o en lactancia y para niños pequeños, ya que el omega-3 se asocia a un mejor desarrollo del sistema nervioso, los ojos y el corazón; además es ampliamente conocido su efecto de disminuir el colesterol y los triglicéridos, y bajar la presión arterial.
Pero al mismo tiempo, han surgido advertencias sobre el alto contenido de mercurio en algunas especies de pescado, especialmente especies grandes y de aguas profundas. El mercurio es un contaminante global emitido por muchas fábricas, se condensa en el aire y contamina los mares; es tóxico para el cerebro humano, los riñones, el hígado, el corazón y el sistema nervioso; esto es especialmente cierto en niños pequeños y fetos, por lo que el riesgo es mayor en mujeres embarazadas y en lactancia.
Entonces, ¿debemos consumir o no pescado?
Hay dos puntos clave a tenr en cuenta:
1. El tipo de pescado: no todos tienen la misma cantidad de omega-3 ni la misma posibilidad de estar contaminados con mercurio
2. La cantidad consumida.
Las especies que más omega-3 contienen son : salmón, anchoas, sardinas, trucha y mejillones. De 4 a 8 onzas/semana ( 2 porciones por semana ) proveen las cantidades óptimas recomendadas de grasa saludable. Su riesgo de contaminación es bajo.
Otros como bacalao, almejas, tilapia, camarones y ostras tienen muy poco omega-3 y pero poco riesgo de estar contaminados con mercurio.
Especies como langosta, atún enlatado, merluza y pargo tienen riesgo de estar contaminados, son especialmente riesgosos para niños ( el riesgo de contaminación con mercurio se asocia al peso corporal ).
Los pescados que mayor riesgo de contaminación tienen son el atún blanco enlatado y en filetes, macarela, corvina, blanquillo, pez espada, tiburón e hipogloso. Estos deben ser consumidos con cautela en mujeres embarazadas , en lactancia y en niños pequeños.
El atún es el pescado más consumido en occidente,, pues por venir enlatado es práctico y puede ser almacenado mucho tiempo. A pesar de su alto contenido en grasa saludable, es el que mayor riesgo presenta de contaminación con mercurio.
Las recomendaciones sobre el consumo de omega-3 en mujeres embarazadas es de 2 porciones /semana de salmón o similar para cubrir las necesidades básicas.
No existe todavía un límite establecido sobre el consumo máximo de atún o similar durante el embarazo. El nivel tóxico de mercurio en sangre es de 3,5 microgramos/litro, y algunos estudios sugieren que este nivel se puede alcanzar con la cantidad recomendada de 2 porciones/semana. Por lo tanto, el consumo de atún durante el embarazo no debe exceder una porción de 4 onzas/semana.
Como ocurre siempre en nutrición, la moderación y el sentido común guían las pautas a seguir.