La mejor resolución que podemos hacer para el año que empieza es deshacernos de todo el “equipaje pesado” e innecesario que cargamos en nuestra vida, para que nuestro día a día sea más fluido y liviano. Dejar atrás todas esas cosas que ya no nos sirven y que hacen que nos sintamos estancados y no nos permiten estar abiertos a nuevas oportunidades.
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Equipaje físico: es el más obvio de todos, guardamos cosas materiales que ya no necesitamos; por ejemplo, si tenemos
ropa en buenas condiciones que ya no usamos, podemos donarla para que otros hagan mejor uso de ella, y de paso ordenamos nuestra casa.
2. Equipaje de compromisos anteriores: tal vez hemos hecho resoluciones anteriormente que ya no nos sirven, sea porque nosotros cambiamos o porque cambiaron nuestras circunstancias. Si hemos tomado antes una decisión que ya no se alinea con nuestro crecimiento personal, está bien decir “ ya no más”.
3. Equipaje mental: dejemos ir todas las etiquetas que nos hemos impuesto o nos han sido impuestas y hemos adoptado como verdaderas; son todas esas limitaciones que nos imponemos, creyendo que no somos capaces de cumplir nuestros sueños o deseos más profundos.
4. Equipaje de relaciones: a veces nos aferramos a personas que nos drenan la energía y que nos roban nuestra paz interior. Tal vez una de estas personas es alguien a quien no podemos cortar de nuestra vida, pero siempre podemos tomar acciones para que su influencia no nos quite el gozo.
5. Equipaje emocional: este no es sencillo de dejar, porque la mayoría de nosotros nos aferramos a la heridas del pasado y dejamos que ellas definan quienes somos y determinen cada una de nuestras decisiones. A veces nos da miedo soltar el pasado porque no sabemos quienes seríamos realmente sin él.
En lugar de hacer resoluciones que luego no cumplimos, este 2017
decidámonos a sanar el corazón de toda herida pasada, para poder
recibir las bendiciones que Dios tiene para nosotros.
Alivianemos nuestro equipaje,
para que este año no nos pese con carga innecesaria