Todos hemos escuchado de personas que, al tomar vino tinto, aunque sea en pequeñas cantidades, sufren de dolor de cabeza. Aquí no nos referimos al dolor producido por la resaca después de tomar en exceso, sino al dolor que aparece con una sola copa o menos.
La mayoría de las personas que sienten dolor al tomar vino, refiere que este se asocia solo a ciertos tipos de vino.
Antes se culpaba a los sulfitos (sustancias que se usan para estabilizar el vino), pero hoy se ha descartado la teoría, pues el vino blanco tiene más sulfitos que el tinto.
A diferencia del vino blanco, en la elaboración del vino tinto, las uvas conservan la piel (para conservar el color), y durante la fermentación se producen polifenoles (taninos) y otras sustancias llamadas aminas, como la tiramina.
Los polifenoles son antioxidantes que las plantas tienen para protegerse de agresiones externas como las plagas, pero también benefician al ser humano.
Sin embargo, se cree que algunas personas no digieren bien estas sustancias por lo que se acumulan y pueden desencadenar la migraña.
Se ha visto que los vinos hechos de uva de piel gruesa (como Cabernet Sauvignon, Merlot, y Tannat) pueden producir más migraña que aquellos con piel delgada (Pinot Noir, Sirah, Malbec).
También se ha sugerido que la aparición del dolor depende de si el vino es joven, crianza o reserva, pues la cantidad de fenoles varía. Esto se debe a que el vino joven es más rico en polifenoles de la uva; a medida que envejece, contiene menos, y son más maduros (pues se mezclan con los de la madera). Así que la cantidad de taninos depende de la variedad de uva, el tiempo de envejecimiento y hasta del tipo de barrica usado.
Lo importante es que usted descubra qué variedad de vino le produce migraña, ¡Para que pueda disfrutarlo sin dolor!