EL PODER DE LAS PALABRAS PARA ALCANZAR SUS METAS

Lo que pensamos determina nuestras emociones, y la manera en que nos sentimos determina cómo actuamos. Es una cadena que se estudia mucho durante las sesiones de coaching: una creencia genera un pensamiento, el cual a su vez genera una emoción, y esta nos hace actuar de determinada manera.

 

Una parte fundamental de la forma en que actuamos, es lo que decimos. Nuestras palabras tienen mucho poder, son como decretos que hacemos diariamente.

 

Si queremos hacer cambios positivos, lograr una meta (ya sea adelgazar, hacer ejercicio, tener un estilo de vida más saludable, o dejar un mal hábito o situación, etc), debemos cuidar lo que decimos. Lo que sale de nuestra boca, es un reflejo de lo que hay en nuestro corazón, o sea, de nuestro estado emocional.

 

Las palabras nos pueden alinear con nuestros sueños, o hacernos sentir mal y más bien alejarnos de ellos. Hoy quiero dejarles cinco frases que debemos evitar –sacar de nuestro vocabulario diario- porque nos estancan, y no nos permiten crecer.

 

1. “No tengo tiempo”: en el fondo, cuando decimos no tener tiempo, estamos diciendo que es algo que para nosotros no tiene prioridad; y eso está bien, no nos debe hacer sentir mal. Sin embargo, decir que no tenemos tiempo para algo, nos genera agobio y estrés. Es mejor ser sinceros con nosotros mismos y decir “decido dedicar mi tiempo a otra cosa, o a otra prioridad”.

 

2. “Estoy muy ocupado/a” o “estoy muy agobiado/a”: decir esto nos mantiene en “modo estrés”, y de alguna manera nuestra mente se las arregla para seguir pensando y creando situaciones que nos agobian o generan estrés. Es como si decretáramos que esa es nuestra verdad. Cambiémolo por “puedo organizarme para hacer el trabajo pendiente”, nos pone en “modo optimista”.

 

3. “Estoy confundido/a” o “no sé lo que quiero”: en el fondo, siempre sabemos lo que queremos, o por lo menos tenemos una buena idea. Decir que estamos confundidos nos mantiene estancados, y refleja nuestro miedo a actuar, a tomar decisiones. Al tomar consciencia de esto, podemos decir “voy a tomar la decisión o a dar el paso que me acerque a mi meta”.

 

4. “Esto es muy difícil para mí”: cuando enfrentamos dificultades, de cualquier tipo que estas sean, convencernos de que no podemos, nos mantiene en la zona de seguridad o confort, y así justificamos el no intentarlo. Es más edificante decir “esto es un reto, pero lo voy a lograr”.

 

5. “Desearía ser o desearía tener...”: esto nos mantiene en un estado de estar siempre deseando lo que son o tienen los demás; si lo decimos a menudo, nos puede generar envidia, resentimiento y hasta amargura. Cuando sientan el impulso de decirlo, cámbienlo por una pregunta: “¿cómo podría hacer para ser/tener...?” ¿Qué necesito hacer, soltar, incorporar, etc... para lograrlo? Esto desarrolla nuestra creatividad, es más inspirador y lleva una intención positiva.

 

Así que les invito a preguntarse: ¿lo que hablo diariamente me inspira y me motiva, o más bien me estanca y paraliza?

 

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