LO QUE TE RECUERDA LA CUARENTENA: ESOS SIMPLES PLACERES DE LA VIDA

¡Y aquí estamos! Ya más de dos meses en nuestras casas, saliendo lo mínimo posible, ¡por un bien mayor, claro está! En estos días de cuarentena y aislamiento social, muchos hemos tenido que re-definirnos, re-aprender y re-pensar nuestros valores y prioridades. O sea, ¡re-calibrarnos!


Yo por ejemplo, no me considero la misma persona que era hace dos meses: decidí en este tiempo “alivianar mi equipaje”, deshaciéndome de creencias, pensamientos y actitudes que me tenían atada en mi crecimiento personal. Creo que después de muchas oraciones, meditaciones, lecturas y de páginas llenas con lo que escribo, lo he ido logrando...

En estos días se ha escrito mucho (yo misma lo he hecho), acerca de cómo manejar el estrés, como controlar la ansiedad, cómo subir las defensas o cómo no ganar peso en estos días. ¡Y eso está bien! Hay mucha gente que la está pasando mal, y sienten miedo o incertidumbre de lo que pueda pasar.

Pero, ¿te ha pasado que en este tiempo de pausa, has re-descubierto los pequeños grandes placeres de la vida? ¿Esos que el estrés y el corre-corre te habían hecho olvidar?


“El hombre más rico es aquel cuyos placeres son más baratos”

-Henry David Thoreau

De hecho, hay estudios que demuestran que la habilidad de disfrutar de estos simples placeres, nos hace más creativos, más enfocados y más productivos.

Y esto es lógico: recordá (como lo he escrito en otros blogs, y lo digo siempre en mis sesiones de coaching), que las emociones son creadas por nuestros pensamientos y creencias. Y así como los pensamientos negativos crean emociones negativas, como tristeza o ansiedad, al revés también funciona: los pensamientos positivos crean emociones positivas como gozo, paz y satisfacción. Y estas emociones te ayudan a lograr tus metas.

Por ejemplo, si tu meta es adelgazar, pero pasás todo el día en modo estrés, corriendo con tu trabajo y quehaceres, comiendo cuando se puede o la carrera, a las 5 de la tarde ¿qué vas a hacer? Legar a la casa directo a la despensa a ver qué comer o pedir Ubereats.

Pero si durante el día te tomaste pequeños ratos para pausar, saborear el café o el almuerzo saludable, leer un rato, conversar con una amiga (no quejarse, sino hablar), notar las acciones positivas de otros, una pequeña caminata, o...disfrutar cualquier pequeño placer que sea tuyo. ¿Qué vas a hacer al llegar a casa? Probablemente te tomés el tiempo para descansar y hasta para preparar una cena deliciosa y balanceada.
Para nadie que me conozca es un secreto que me encanta Francia, y casi todo lo que tiene que ver con su cultura, pero si hay algo rescatable de ellos para aplicar en este tiempo, es que saben disfrutar de los pequeños detalles que la vida ofrece.

¿Dónde buscarlos?

En todo aquello que te da felicidad, lo que hace a tu corazón cantar. Claro que para cada persona es algo diferente, pero aquí te dejo una lista de cosas que podrían traer placer a tu día a día:
     -Una buena conversación a la luz de un café, un té o una copa de vino.
     -El aroma del café en la mañana.
     -Escuchar la música que te gusta.
     -Un buen libro.
     -El sol en tu cara o ver un atardecer, aunque sea a través de la ventana.
     -El sonido del viento o de los pájaros cantando, “pidiendo” lluvia.
     -Escuchar la lluvia, y disfrutar el olor a “tierra mojada”.
     -Un baño de agua tibia, aunque sea corto (para no desperdiciarla).
     -Una candela aromática, el olor tranquilizante de la aromaterapia.
     -Una buena carcajada.
     -Los buenos amigos (tenemos la tecnología para comunicarnos virtualmente).
     -Tener flores en la casa, y apreciarlas.
     -Salir a caminar temprano en la mañana o en las últimas horas del día.
     -Una película inspiradora.
     -Escribir, pintar, dibujar.
     -Compartir con tus mascotas ¡tan fieles!
     -Usar la creatividad, que definitivamente tenés, para iniciar algo nuevo.
     -Cocinar para vos o para los tuyos, una comida deliciosa y saludable.
     -Esos momentos de silencio y de intimidad con uno mismo y con Dios, en quietud, oración, meditación,           instrospección.

 

 

Estos placeres tan simples se nos olvidan, porque siempre andamos persiguiendo algo, o creemos no tener tiempo o porque pensamos que la vida va a ser mejor cuando_______________ (volvamos a la calle, a la playa, al shopping, a comer fuera, a viajar...).

Y por supuesto que esas cosas también pueden dar satifacción, y es cierto que extrañamos las reuniones y los abrazos, pero todo eso ya vendrá.

 

Hoy, la vida nos recuerda lo más simple...porque nos pusieron “en pausa”. Saquemos provecho de esa pausa, y redescubramos lo sencillo.

Entonces, la pregunta es ¿qué te da placer? Porque si lográs apreciar los placeres más simples, lo demás es solo la cereza del pastel.

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