La alimentación, como todos los demás temas de salud es como dicen popularmente, un "caldo de cultivo para los mitos". En esta época de tanta información que llega a los padres y a los niños a través del Internet, del TV y de las redes sociales, estos pueden sentirse abrumados con tantos datos a veces hasta contradictorios entre sí y hasta con la opinión de los pediatras. A pesar de tanta confusión, hay que recordar que el pediatra siempre debe ser el referente de confianza cuando exista alguna duda.
Recientemente, se le ha dado mucha importancia a la alimentación en los niños más pequeños; primero, porque se ha visto que es en esta etapa en donde la alimentación del niño influye más en la salud del adulto.
Segundo porque antes de los seis años es donde se forman los hábitos y las creencias fundamentales con relación a la comida y éstas van a determinar la relación que el niño tenga con la comida cuando sea adulto.
Según el diccionario, mito se define como: “persona o cosa a la que se atribuyen cualidades o excelencias que no tiene”. Al hablar de alimentación, esos atributos pueden ser positivos o negativos.
¿Por qué tanto énfasis en los primeros años?
Si bien es cierto que alimentarse bien es importante durante toda la vida, cada vez hay más evidencia de que la calidad de la alimentación –y de otros hábitos saludables– en los primeros años de vida de una persona, influye de manera directa sobre la salud futura. Se podría decir que esta etapa es una ventana de oportunidad para mejorar la salud del mañana.
Pero también, porque es en esta etapa cuando se adquieren los hábitos alimentarios -y de cualquier tipo- que van a perdurar, con pocas variaciones, a lo largo de la vida.
Recordá que tan importante es lo que se come, como cómo se come. La preocupación de los padres porque su niño o niña se alimenten bien, más bien pueden llevar a malos hábitos que después lleven a sobrepeso si no existe el conocimiento correcto.
Un factor que influye en una mala alimentación de los niños es la vida "a la carrera"; que la mayoría de los padres llevan hoy en día, lo que hace que las comidas no sean siempre las más nutritivas.
Así que los mitos, la falta de conocimiento veraz y la vida a la carrera pueden hacer que, a pesar de las buenas intenciones, el niño no se esté alimentando bien.
Aquí te dejo 5 mitos que -al eliminarlos- te pueden ayudar a la hora de alimentar a tus hijos:
1.Mi hijo está "rellenito" pero saludable, y luego se va a "pegar un estirón": este mito deriva, principalmente en América Latina, del hecho de que hace algunos años el problema de la alimentación de los niños estaba relacionado a la desnutrición y no al sobrepeso. Entonces muchas mamás y abuelas de hoy en día fueron criadas con la idea de que el niño tenía que verse "gordito" para que fuera saludable; un niño delgado se asociaba con niño enfermo. Hoy en día se sabe que esto no es cierto y más aún, está demostrado que la cantidad de células grasas se empieza a desarrollar en etapas muy tempranas; esto tiene como consecuencia que si niño padece obesidad en edades tempranas de su vida, probablemente el día mañana va a tener la tendencia al sobrepeso, sobre todo cuando sobrevengan los cambios metabólicos o los problemas que desencadenen la comida emocional.
2.Es obligación que se coman toda la comida del plato: obligar al niño a que termine todo lo que está en el plato con justificaciones como "hay niños en otras partes del mundo que no tienen qué comer" más bien provoca que el niño aprenda a desconectarse de su cuerpo y a no atender o ignorar las señales de hambre o saciedad. Si el niño no quiere terminarse la comida probablemente se deba a que ya está saciado.
3.Las vitaminas en pastillas son necesarias: cuando la alimentación es balanceada y variada e incluye todos los nutrientes esenciales, tanto macro nutrientes (grasas saludables, proteínas y carbohidratos integrales) como micronutrientes (vitaminas y minerales), los suplementos con pastillas multivitamínicas no son necesarios y nunca sustituyen una dieta balanceada.
4.No importa que no coma saludable porque le puedo dar suplementos: igual que en el punto anterior, cuando existe una dieta balanceada y saludable, no son necesarios los suplementos y estos tampoco sustituyen una dieta controlada y nutritiva.
5.Es útil usar la comida como premio o castigo: en ninguna circunstancia es saludable usar la comida como premio por haber hecho algo bueno (por ejemplo cuando ofrecemos un dulce o un postre) o como castigo por haber hecho algo malo (como cuando se usan los vegetales como forma de castigar o manipular al niño por algo que hizo mal). Es muy común escuchar frases como "si se porta mal se queda sin postre". Esto produce que el niño vaya adquiriendo una mala relación con la comida, desconectado de su cuerpo, viendo la comida dulce como refugio emocional y la comida saludable como castigo.
Hacer que el niño coma bien no es tarea fácil, y es más difícil aún lograr que el niño quiera comer bien y esté motivado, pero con conocimiento, paciencia y mucha conciencia ¡se puede lograr!
Con todo mi cariño,
Melania
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